Tocina, y su Parroquia única.

La Parroquia de Tocina y sus inconfundibles "torres gemelas",  un orgullo para los/as Tocineros/as.

La Hdad. de la Vera-Cruz celebró un año más la CRUZ DE MAYO de Tocina.

El pasado sábado 18 de Mayo, la Juventud de la Hermandad de la Vera-Cruz de Tocina organizó un año más la Procesión de la Santa Cruz.

Este año, por cuarto consecutivo, el paso fue llevado a la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad, donde se visitaron a los Sagrados Titulares, y donde se hizo una ofrenda floral a Nuestra Señora de la Soledad en sus Dolores.

Tras el canto del Himno a la Señora, el Paso volvió a la Casa Hermandad, donde entró a las 11 de la noche.
El acompañamiento musical estuvo a cargo de la Agrupación Musical Santa María la Blanca de Los Palacios y Villafranca.

Tocina regresa del Rocío de manera histórica.

El pasado lunes 20 de Mayo, Lunes de Pentecostés, la Hermandad del Rocío de Tocina regreso a su pueblo después de haber participado en la Romería de la Blanca Paloma.
La Junta de Gobierno de la Hermandad, decidió en cabildo de Hermanos, debido a las dificultades económicas por las que atraviesa la localidad, acortar días de camino y prescindir de los bueyes el día de la vuelta de la Hermandad al pueblo. El Simpecado, fue portado a manos por los devotos, y no en la carreta de plata como es lo habitual.

No estuvo presente la carreta, ni tampoco los bueyes, pero si los cantes y los vivas a la Virgen, que hicieron de este regreso algo histórico en los 27  años de historia de la Hermandad. En su transitar, el Simpecado se encontró con el retablo cerámico del Señor de la Vera-Cruz, al que se  le pidió por el alma de los que ya gozan de las marismas eternas, y por el pueblo de Tocina, que ya espera su día grande, el 14 de Septiembre, Día de la Función del Señor.

El Simpecado salió de la Capilla de la Hermandad de San Benito Abad en torno a las 8 y media de la tarde. Después de recorrer barrios tan populares como "Santa Cruz" o el "Polvito",  hizo su entrada en la Parroquia de San Vicente Mártir, donde después de entonar la Salve quedo expuesto, como es tradición, para ser besado.