Primitivo Cristo de la Vera-Cruz. |
El 25 de Marzo de 1936, en la Ermita de Ntra. Sra. de la Soledad existían tres altares, el del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, el de Nuestra Señora de la Soledad en sus Dolores y del Santísimo Cristo de la Tres Caídas. En un incendio deliberado, con motivo de la Guerra Civil, se perdió el Altar y la Imagen de las Tres Caídas, llegándose a sofocar el incendio antes de incendiarse los Altares del Cristo de la Vera-Cruz y el de Ntra. Sra. de la Soledad. Las Hermandades decidieron, después de este hecho, trasladar las Imágenes del Señor y de la Virgen a la Parroquia, ya que pensaban que estarían más seguras, y no fue así.
En el asalto a la Parroquia de San Vicente Mártir del 25 de Julio, fue
destruida la Imagen
del Santísimo Cristo de la
Vera-Cruz y muy dañada la de Nuestra Señora de la Soledad en sus Dolores. Cuentan
las personas que vivieron aquel hecho, que vieron como los asaltantes jugaban
al fútbol con la cabeza del Cristo, y como obligaban a mujeres a bailar con la
imagen de la Virgen
de la Soledad.
Viendo el estado en el que quedo la Imagen del Cristo, y siendo
imposible su restauración, el 1 de Septiembre de 1936 fue encargada a Don
Antonio Illanes Rodríguez una nueva imagen del Señor, llegando y siendo
bendecida en Tocina el 21 de Enero de 1937.
Después de su destrucción, la Imagen del Cristo fue
conservada en un arca de madera en la torre de la Epístola de la Iglesia, más conocida como
torre del reloj, hasta que en 1987 fuese restaurada por Germán Pérez Vargas,
trabajo que le serviría para doctorarse en Bellas Artes. Una vez restaurado, el
Cristo paso a presidir la
Sala Capitular de la Hermandad, donde se encuentra en la actualidad.
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