Este año, y debido a la situación en la que nos encontramos, nuestro pueblo no pudo disfrutar del día más bonito que tiene la Semana Santa, el Domingo de Ramos. La Hermandad de la Vera-Cruz puso en veneración en un sencillo altar a las imágenes de la Sagrada Entrada de Jesús en Jerusalén y de María Santísima de la Encarnación, donde cientos de personas de nuestro pueblo y de otras localidades acudieron a ver a la Borriquita y a la Virgen Niña.
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